... a veces cuando salgo camino un largo rato, sin rumbo fijo, me detengo en los jardines, me siento en las banquetas y fumo un poco, mientras escribo mentalmente cosas que luego me olvido ...
Cierto que huí de los fastos y los oropeles
Y que jamás puse en venta ninguna quimera
Siempre evité ser un súbdito de los laureles
Porque vivir era un vértigo y no una carrera.
Pero quiero que me digas amor
Que no todo fue naufragar por haber creído que amar era el verbo más bello…
Dímelo…
Me Va la Vida en Ello.